Hay un sinfín de razones atractivas para entrar en el sector inmobiliario; conectar con nuevas personas, ser tu propio jefe, horarios flexibles… pero si quieres obtener ingresos, tienes que tratarlo como un negocio.
Tienes que estar al día con los contactos, el papeleo, las solicitudes de los clientes, el marketing y mucho más, todo ello manteniendo una imagen profesional y arreglada. En resumen, tienes que organizarte y mantenerte organizado. Con esto en mente, la transición a tu nueva carrera será mucho más fácil si implementas tu estrategia organizativa desde el principio.
1. Organiza tu espacio de trabajo
Buscar objetos en tu escritorio no es en absoluto el mejor uso de tu tiempo. Los pocos segundos que tarda en mantener las cosas organizadas le ahorrarán horas de tiempo (por no hablar de la frustración) en el futuro.
Ten a mano los objetos que utilizas a menudo. No escondas los clips en el fondo de un cajón si los utilizas a diario.
Utiliza etiquetas en todo. Así no sólo podrás encontrar los objetos de un vistazo, sino que también te resultará más fácil y rápido guardarlos. Esto es especialmente útil si hay otras personas trabajando contigo, ya que no tendrán que perder tiempo buscando los objetos.
Nos dicen las opiniones Housers, mantén una carpeta de «pendientes» accesible para los elementos no archivados: resiste la tentación de apilar cosas al azar en tu escritorio. Mantener estos elementos en un solo lugar reduce en gran medida el desorden y le ayuda a encontrar los papeles aún no archivados cuando los necesita.
2. Tener (y utilizar) un software de gestión de relaciones con los clientes
Una base de datos CRM es una de las herramientas más potentes que puedes utilizar en un sector centrado en el cliente como el inmobiliario. Cuanto más detallada y completa sea tu base de datos, más clientes podrás alcanzar y mejor servicio podrás ofrecer. Tenga un plan para hacer un seguimiento regular de todos los integrantes de su lista. Asegúrese de capturar los detalles de los siguientes tipos de contactos:
- Esfera de influencia: Todas las personas que conoces y que podrían convertirse en clientes o recomendarte clientes. Amigos, conocidos, otros agentes, tu peluquero, etc.
- Socios: Las personas con las que trabajas a nivel profesional. Abogados, inspectores, contratistas, etc.
- Posibles clientes: Personas que han mostrado interés en sus servicios pero con las que aún no está trabajando activamente.
- Clientes actuales: Aquellos con los que está trabajando activamente.
3. Programe sus horas de trabajo y sus horas libres
La actividad inmobiliaria suele requerir trabajar algunas horas extremas. Es normal que las noches y los fines de semana sean momentos de mucho trabajo para la mayoría de los agentes. Como resultado, es fácil caer en la trampa de trabajar todo el tiempo y quemarse. O peor aún, es posible que intentes realizar simultáneamente tareas laborales y no laborales, con el resultado de no hacer ninguna de las dos con eficacia.
Empieza a hacer un buen uso de tu calendario. Encuentre una herramienta de programación que le funcione y desarrolle un sistema al que se atenga. Puede que prefieras un calendario táctil a la antigua usanza, o una herramienta digital como Google Calendar o Outlook Calendar. Sea cual sea tu elección, comprométete a utilizarla.
4. Programe tiempo para las comunicaciones
Los correos electrónicos y las llamadas telefónicas no cesan. Si respondes a cada una de ellas a medida que las recibes, rápidamente te verás incapaz de completar cualquier otro trabajo. Este es otro buen ejemplo de cuándo hay que bloquear el tiempo. Puedes elegir responder a los correos electrónicos y a los mensajes telefónicos dos veces al día, por ejemplo, de 10:00 a 11:30 y de 14:00 a 16:00 horas. Bloquea eso en tu calendario.
5. Llevar un registro de llamadas
Llevar un registro de las comunicaciones es una de las tareas más importantes en la gestión de un negocio, especialmente en el sector inmobiliario. No responder a alguien o perder un número puede costarle miles de dólares y puede afectar negativamente a su reputación.
Sea diligente a la hora de grabar todas sus llamadas. Anote la fecha y la hora, el nombre de la persona que llama y algunas notas sobre el tema. Nunca se sabe cuándo será útil tener esto. Compra un libro de registro de llamadas o un cuaderno específicamente para utilizarlo como registro de llamadas. No escribas en libretas o trozos de papel al azar. Es demasiado fácil perderlos de vista.