La clave para mantener una buena salud es la combinación de muchos factores como el ejercicio regular, una buena dieta, la gestión del estrés, el equilibrio entre la vida laboral y personal, las relaciones sanas, una alta autoestima y mucho más.
Todo el mundo quiere estar sano, pero muy pocos hacen el esfuerzoLa tendencia está cambiando con la concienciación hacia un estilo de vida saludable y en formaMantener una buena salud es la combinación de muchos factores
Todo el mundo quiere estar sano, pero muy pocos hacen el esfuerzo de ir más allá y adoptar unos hábitos saludables en el día a día. Sin embargo, con una mayor concienciación sobre un estilo de vida sano y saludable, la gente se esfuerza cada vez más por conseguirlo.
Según A tu lado Salud la clave para mantener una buena salud es la combinación de muchos factores, como el ejercicio regular, una buena dieta, la gestión del estrés, el equilibrio entre la vida laboral y personal, unas relaciones sanas y una alta autoestima, entre otros. Nada puede sustituirse por otro. Si ha estado buscando algunas pautas básicas sobre cómo mantener una buena salud, siga este camino.
1. Manténgase hidratado ¿Cómo mantener una buena salud?
Es tan sencillo como beber mucha agua y líquidos para mantenerse hidratado en todo momento. Beber agua regularmente a lo largo del día es esencial porque seguimos perdiendo agua de nuestro cuerpo en forma de orina y sudor. El agua desempeña varias funciones importantes, como eliminar las bacterias de la vejiga, facilitar la digestión, transportar nutrientes y oxígeno a las células, prevenir el estreñimiento y mantener el equilibrio de electrolitos (sodio).
La ingesta de agua debe aumentar si el patrón de actividad de la persona es muy alto como el de los deportistas o los que hacen gimnasia regularmente, ya que tienden a perder una mayor cantidad de agua.
2. Come muchas frutas y verduras
El cuerpo necesita un flujo constante de vitaminas y minerales. Una dieta rica en frutas y verduras garantiza que el cuerpo reciba todos los nutrientes necesarios. Todas las frutas y verduras contribuyen a aportar diversas vitaminas y minerales. Incluye muchas verduras y frutas de colores vivos y profundos, como las naranjas, los tomates rojos, las bayas moradas y las verduras de hoja verde, ya que son ricas en antioxidantes que combaten los radicales libres causantes de enfermedades. Mezcla algunas ensaladas interesantes, o incluso haz un delicioso chaat de frutas o mézclalas en batidos espesos.
3. No te saltes las comidas. Cada comida tiene su papel
Por eso, saltarse una de las tres comidas principales del día puede tener un impacto negativo. El cerebro y el cuerpo necesitan combustible para funcionar. El cerebro necesita un suministro de glucosa y la falta de ésta puede hacer que te sientas aletargado. Saltarse las comidas puede hacer que su metabolismo se ralentice, lo que puede provocar un aumento de peso o dificultar la pérdida de peso. Cuando te saltas las comidas, tu cuerpo pone en marcha el «modo de supervivencia», lo que significa sencillamente que ansía más comida de lo habitual, y eso acaba provocando atracones.
4. Evite los alimentos grasos y procesados
Cuanto más frescos, mejor. La comida rápida y los alimentos procesados o envasados suelen llevar una serie de conservantes y aditivos para aumentar su vida útil. Además, pueden esconder altos niveles de azúcar y sodio que pueden aumentar el riesgo de padecer enfermedades del estilo de vida como la diabetes, la presión arterial y la obesidad, entre otras. Los alimentos procesados también tienen una cualidad de «recompensa», lo que significa que por su sabor salado, dulce o picante tu cerebro empieza a considerarlos como alimentos de «recompensa» y eso conduce a antojos innecesarios.
5. Incluya en su dieta más carnes magras, productos lácteos bajos en grasa y cereales integrales
La clave para mantener una buena salud es llevar una dieta equilibrada. Junto con las frutas y las verduras, necesita una buena mezcla de leche, productos lácteos, carne, lentejas y legumbres. Elige leche baja en grasa, yogur, queso, carne magra, pescado (reduce la carne leída), arroz integral, mijo y avena para obtener resultados más saludables. En cuanto a los cereales, los integrales son mejores. La harina refinada y los granos como la maida y el arroz blanco tienen pocos nutrientes. Los cereales integrales están repletos de fibra y nutrientes que te mantienen lleno y saciado», afirma la nutricionista Shilpa Arora, profesional de la salud y especialista en macrobiótica. Y añade: «El tipo de carbohidratos que se consumen es importante.